martes, 10 de abril de 2012

I'm a writer ! (1): Los esquemas

Una buena novela está formada por un 80% de planificación y un 20% de improvisación, y aunque todo el mundo sabe que la mayoría de todos esos felices de la vida que se dedican a utilizar porcentajes los inventan, en este caso tiene algo de realidad.

Si estás leyendo esto, deduzco que tú eres un escritor. Ergo, alguna vez habrás escrito algo (valga la redundancia) y sabrás a lo que me refiero cuando digo que un libro nace de una explosión. Sí, es verdad, como el Big Bang que dio lugar al Universo (a no ser que la Teoría M haya cobrado más importancia de la que me creía). En primer lugar aparece esa esencia, la idea primordial de la que tratará la obra; o tal vez ese protagonista que te pide a gritos que trabajes su historia.
A partir de ahí, comienza la lluvia de ideas que constituirá el conjunto de la obra. Durante este proceso, irán apareciendo escenas inconexas (a mí, por ejemplo, las primeras que me vienen son las del principio, el final y los besos; no me preguntéis por qué). Este sería un buen momento para hacer un buen esquema de lo que será más adelante tu manuscrito.

A estas alturas de la película, lo más importante es contestar a las 6 W's (ajá, como en las noticias de un periódico):

  • What (qué) y how (cómo): la trama.
  • Who (quién): los personajes.
  • When (cuándo) y where (dónde): el marco espaciotemporal.
  • Why (por qué).
Es un error muy común entre los noveles (y creo que yo lo hacía hasta la saciedad) no prestarle mucha atención a esta última cuestión, cuando es igual que precisa que las demás. Las novelas no son como la vida real, donde todo es bastante... ¿Aleatorio? Pues sí, para nuestra desgracia. En cambio, entre las páginas todo ocurre por una razón. Si al personaje X le roban la cartera, este hecho debe tener continuidad en la trama. En el caso de que quede únicamente como algo anecdótico, uno debería preguntarse si esto no será en realidad un episodio intrascendente que es necesario eliminar. No se trata de llenar páginas y páginas con acciones que no se relacionan, sino de escribir un conjunto, como un bloque donde nada falte ni sobre.

Después de tener claro este primer esquema, pasaremos a la documentación, y esto en cada obra es diferente. Hay algunas que por su ser necesitan estar muy documentadas (como es el caso de las históricas), y otras que no tanto. Lo que yo hago es crear una carpeta con el nombre de la novela y dentro de ella abrir otra más donde guardo todo el trabajo de investigación que he hecho.

Cuando ya esté todo seguro, será la hora de hacer el esquema "definitivo", y lo pongo entre comillas porque siempre se le van añadiendo cosas.
En este esquema se apuntará todo lo que aparezca después en el manuscrito (incluyendo algunas conversaciones importantes). Un consejo que os doy es no dividir en capítulos desde un principio, ya que la novela os irá pidiendo cómo se estructurará a medida que vayáis trabajando en ella. En cambio, podéis anotar las acciones que se llevarán a cabo para luego ordenarlas. Os pongo el ejemplo de uno de los muchos esquemas de Bienvenido, cielo gris.


Como podéis ver, en la primera tengo el índice de acontecimientos (completado con los números en los que irán dispuestos cronológicamente) y un par de detallitos no tan importantes que pueden ir colocados más al tuntún (a medida que los escribo, los voy tachando, como podéis ver). En la segunda están algunas frases y conversaciones y en la hoja doblada algunos apuntamientos más.

Sé que de buenas a primeras todo esto de los esquemas puede parecer un tostón y una gilipollez (básicamente, yo estuve pensando así durante mucho tiempo), pero creedme: sirven y para mucho. ¿Alguna vez os ha pasado que os habéis quedado en blanco mientras escribíais? No voy a deciros que los esquemas solucionen este problema al 100% (aunque ya os he contado que esto de las estadísticas...), pero sí lo solucionan en buena medida.

En fin, ¡nos leemos! (:

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